Este lunes 15 de enero conmemoramos ocho décadas del devastador terremoto de 1944, considerado el evento natural más destructivo en la historia argentina y que golpeó fuertemente a San Juan. En 2002 se inaugura el monumento más emblemático surgido de aquella tragedia, la Eterna Llama Votiva, en homenaje a los más de 10.000 fallecidos y a una Provincia que supo sobreponerse.
Ubicada en la esquina única de Casa de Gobierno, en la intersección de avenida Libertador y Paula Albarracín de Sarmiento, la Eterna Llama Votiva se destaca como uno de los monumentos más reconocibles de la Provincia, aunque pocos conocen su relato. Este memorial fue construido mediante una colaboración entre el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) y el Gobierno de Alfredo Avelín, materializando la iniciativa de efectivos penitenciarios comprometidos con la causa y un grupo de personas privadas de la libertad que buscaban saldar su deuda con la sociedad, quizás sin tener la plena conciencia de que harían mella en la historia urbana sanjuanina.
Según el ex director, Crio. (R) Nicolás Manrique, la idea de la obra fue presentada por su gestión y rápidamente aceptada por el entonces gobernador Avelín, quien también decidió el emplazamiento. Inicialmente, la propuesta era construir una gruta, pero tras obtener el permiso, presentaron un diseño más ambicioso. Ante una nueva aprobación, comenzaron a desarrollar planos y formaron un equipo de trabajo compuesto por PPL con habilidades destacadas en albañilería y efectivos penitenciarios especialistas en distintas materias que competían a la construcción. Así, la obra estuvo a cargo del Of. Adjutor Arq. Víctor Hugo Díaz, Of. Sub Adjutor M.M.O. Oscar Argañaraz, Ayte. Ppal. Julio Molina, Ayte 2° César Llanos, Ayte. 4° Juan Molina, Ayte. 5° Jorge Luis Jofré y Sub. Ayte. de Guardia Rubén Abdala.
Con la idea de contribuir a la obra pública mediante la inclusión social, el desafío también estuvo puesto en obtener los materiales necesarios para hacerlo. A pesar de las dificultades económicas de la época, con Argentina ingresando en una crisis, la construcción de la Eterna Llama Votiva se llevó a cabo con el apoyo de la bloquera del SPP y la madera, el hierro y el vidrio fue donado por empresarios del sector privado que colaboraron desinteresadamente para el homenaje, como fueron Pedro Omar Sánchez (Pinturería Córdoba), Gustavo Emilio Ferrer (I.M.A), Arq. Marcelo Ighani (CADECO Construcciones) y Juan Carlos Giugni (Casa Vigo).
El diseño y planificación estuvo a cargo del Arq. Victor Hugo Díaz y el escultor Jorge Luis Jofré, ambos agentes de la unidad penitenciaria. La esfera de concreto simboliza a San Juan y los brazos representan la manifestación de la memoria del pueblo ante sus compatriotas fallecidos.
La destreza involucra al arte que conlleva cada rincón del monumento, ya que no sólo este grupo de hombres se encargaron de erigir la capilla detrás de la Llama, sino que el escultor Jofré talló en madera el sagrario, las puertas labradas y el Cristo en alabanza, simbolizando la elevación eterna de las almas. Asimismo, el monumento en hierro, las rejas y los bancos también fueron fabricados íntegramente en nuestra Institución.
Quedó formalmente inaugurada el 16 de mayo de aquel año y desde entonces ha formado parte del paisaje urbano de todos los sanjuaninos que transitan a diario esta intersección icónica. De igual manera, forma parte del recuerdo orgulloso de nuestra Institución que trabaja para construir una sociedad de paz y oportunidades para todos.