Personas privadas de su libertad del Servicio Penitenciario Provincial restauran bicicletas para donar a la comunidad sanjuanina, mostrando que la inclusión y el trabajo solidario pueden cambiar realidades.
En el marco del programa “Una Bici para mi Comunidad”, desarrollado en conjunto con el Poder Judicial de la Provincia, el compromiso y esfuerzo de las personas privadas de su libertad continúan marcando una diferencia tangible en la sociedad sanjuanina. Esta vez, dos bicicletas restauradas en los talleres de Infraestructura e Inclusión Laboral del Servicio Penitenciario Provincial fueron donadas a la Escuela de Educación Especial José Terry, justo a tiempo para celebrar el Día del Niño.
Durante la jornada, los jóvenes estudiantes de la escuela disfrutaron de una tarde diferente y especial, cargada de alegría y sorpresas. La entrega de las bicicletas no solo fue un gesto solidario, sino también un mensaje poderoso de esperanza y rehabilitación. Cada pieza restaurada representa horas de dedicación y compromiso por parte de quienes, desde su lugar, buscan retribuir a la comunidad de una manera positiva.
El programa “Una Bici para mi Comunidad” no solo refuerza el vínculo entre el Servicio Penitenciario Provincial y la sociedad, sino que también subraya la importancia de la inclusión y el trabajo en conjunto para generar cambios reales y duraderos. Al ofrecer oportunidades de trabajo y capacitación a las PPL, se está invirtiendo en su futuro y en el bienestar de toda la comunidad.
Con acciones como estas, el Servicio Penitenciario Provincial reafirma su compromiso con la reinserción social y el desarrollo de programas que promuevan la solidaridad y la cohesión comunitaria, demostrando que todos podemos ser parte del cambio hacia una sociedad más equitativa.
