En una ceremonia cargada de emoción y esperanza, 14 personas privadas de su libertad recibieron sus diplomas en la escuela Juana Godoy de Brandes, que funciona dentro del SPP. Autoridades destacaron el valor de la educación para un futuro mejor y la importancia de la perseverancia en el camino de la superación.
Con la presencia de autoridades de distintas reparticiones y personal del Servicio Penitenciario Provincial, se llevó a cabo el acto de cierre del ciclo lectivo 2024 en la escuela Juana Godoy de Brandes, que funciona dentro de la institución. En este emotivo evento, 14 personas privadas de su libertad celebraron la culminación de una etapa crucial en sus vidas, demostrando que el camino del estudio y la superación es posible, incluso en contextos adversos.
El acto tuvo la participación del subdirector del SPP, Carlos Suárez, la jefa de Educación, Analía Selman; junto a jefes de distintas áreas de la institución carcelaria. Entre los presentes, también estuvieron Carlos Mañe, director de Derechos Humanos, Francisco Vargas, representante de Seguridad de Chimbas, y Mario Guerri, secretario de Planificación de Chimbas. Durante el acto, se realizó el tradicional cambio de cuerpo de bandera, donde aquellos estudiantes con mejor promedio recibieron este honor, un reconocimiento a su esfuerzo y dedicación durante todo el año.
La directora de la escuela, Gema Espinosa, brindó un emotivo discurso en el que resaltó la importancia de la educación como herramienta para afrontar los desafíos futuros. “Durante todo el año se intentó transmitir saberes y experiencias para que puedan generar su personalidad y tomar buenas decisiones. Una buena educación ayuda a afrontar desafíos en el futuro”, afirmó Espinosa.
Además de las actividades académicas programadas, uno de los momentos emotivos de la jornada fue la despedida de la efectiva penitenciaria Felipa Rivero, quien luego de esta actividad pasó a situación de retiro. Con mucha emoción y entre aplausos y ovaciones por parte de los presentes, agradeció por cada experiencia compartida donde se lleva grandes recuerdos en la Institución.
Este acto de fin de año no fue solo una despedida, sino una reafirmación de la esperanza y la certeza de que, con fe y perseverancia, es posible luchar por un futuro mejor. Los egresados recordaron los momentos inolvidables vividos en la escuela, donde encontraron no solo conocimiento, sino también la motivación para seguir adelante, con la convicción de que la educación es la llave que les abrirá nuevas oportunidades en la vida.
